El origen de la tablatura para instrumentos de cuerda pulsada

El origen de la tablatura para instrumentos de cuerda pulsada

Cuando alguien se plantea aprender a tocar la guitarra tiene dos opciones: aprender lenguaje musical y leer partituras o aprender a leer una tablatura. La mayoría de los aspirantes a guitarrista, a excepción de los guitarristas clásicos, optan por aprender a tocar utilizando las llamadas tablaturas.

Lo que la mayoría de ellos desconoce es que es uno de los sistemas de notación musical más antiguos que existen. El origen de la tablatura para instrumentos de cuerda pulsada data de mediados del siglo XVI y desde entonces no ha sufrido muchas transformaciones.

La música instrumental en el Renacimiento

Durante el Renacimiento, la música instrumental  comienza a tener cada vez más independencia. Hasta ese momento, los instrumentos eran meros acompañantes de cantantes y danzarines; sin embargo, la destreza de los interpretes cada vez es mayor y comienzan a reclamar un papel más protagonista.

De igual forma y a imagen y semejanza de la música vocal, las composiciones puramente instrumentales son cada vez más elaboradas y los compositores sienten la necesidad de poder reflejar sus obras en un papel. Se componen los primeros ricercares, tocatas, canzonas, sonatas, etc.

Las primeras tablaturas

Desde un punto de vista técnico, la tablatura es un sistema de notación muy intuitivo y fácil, lo que favoreció que se extendiera rápidamente por los centros musicales más importantes de la época: Italia, Francia, Alemania, Inglaterra y, por supuesto, España.

Consistía en un grupo de líneas horizontales, generalmente entre 4 y 6, dependiendo del instrumento para el que estuviera compuesta la obra. Cada una de las líneas representaba una cuerda del instrumento, siendo, normalmente, la línea inferior la que correspondía con la cuerda más grave del instrumento. Sobre estas líneas se indicaba, mediante números o letras, el traste donde se debía colocar el dedo de la mano izquierda.

Como hemos dicho antes, en esta época había una gran variedad de instrumentos de cuerda pulsada como el laúd, la vihuela, la tiorba o el chitarrone, entre los más comunes. Y además, dichos instrumentos podían afinarse de distintas formas, luego era muy importante saber para qué instrumento y afinación estaba hecha la tablatura, ya que al ser un sistema por posiciones, no especifica la nota que se debe tocar en cada momento.

La cuestión de la medida en las tablaturas

La notación de la medida de las notas es quizá el mayor problema de este sistema. Los compositores del Renacimiento y el Barroco anotaban en la parte superior de la tablatura la medida de las notas. Sin embargo, no se podía especificar la medida de cada una de las notas, por lo que sólo se anotaban los cambios en la medida y, si aparecía un acorde, se anotaba el valor de su nota más breve.

Fantasía para Laúd de A. de Roy

 

Aunque parezca muy enrevesado, los intérpretes de la época estaban acostumbrados a esta práctica y leían las tablaturas sin ningún problema. Lo paradójico del tema es que las tablaturas que se confeccionan hoy día suelen obviar, en la mayoría de los casos, cualquier anotación de medida, lo que imposibilita tocar la pieza sin haberla escuchado antes.

Esto se debe sin duda a que en aquel entonces los autores eran compositores e intérpretes con una amplia experiencia, mientras que hoy en día muchas de estas tablaturas están realizadas por aficionados.

Diferentes tipos de tablaturas

Aunque el principio generador de todas las tablaturas es el mismo, nos podemos encontrar pequeñas diferencias dependiendo, por ejemplo, del país de procedencia del compositor.
  • Autores como Alonso Mudarra o Miguel de Fuenllana colocaban la primera cuerda (la más aguda) en la parte inferior de la tablatura. Por el contrario, autores como Adrien le Roy o Luis Milán la colocaban en la parte superior.
  • En España e Italia se utilizaban números para designar los trastes, sin embargo, en Francia, Inglaterra y Alemania usaban letras.
  • Un tipo diferente de tablatura es la alemana. A priori es más difícil de leer puesto que no utiliza un sistema de líneas (hexagrama) si no que es como una especie de tabla.
  • Las tablaturas de obras para instrumento y canto incorporaban la parte de canto con cifras en color rojo para diferenciarlas de la instrumentales que eran negras.
Tablatura de villancico.

Las tablaturas en la actualidad

Actualmente internet ha propiciado una gran difusión de los recursos musicales, incluidas las tablaturas. Como decíamos anteriormente, hay una cantidad importante de tablaturas de escaso valor musical realizadas generalmente por amateurs. Pero también podemos encontrar partituras de editoriales solventes que, a menudo, emplean doble notación, tablatura y pentagrama. Estas últimas sin duda son las más completas, ya que nos ofrecen las ventajas de ambos sistemas.