El rafting, conocido en español como balsismo, es una disciplina incluida dentro del piragüismo que cuenta con características únicas. Debido a que es muy entretenido y genera sensaciones intensas en quienes lo practican, es una actividad realizada en muchos lugares turísticos. Conoce todo al respecto en el siguiente artículo.
Rafting: ¿cómo comenzó a practicarse?
En la actualidad, el rafting es una actividad que consiste en descender río abajo –es decir, corriente a favor– a través de aguas que, por lo general, son turbulentas. También es común la presencia de obstáculos como rocas y vegetación.La mayoría de las veces se practica a bordo de una balsa inflable, sobre la cual pueden ir muchas personas. No obstante, también se puede practicar en canoa o kayak, modalidades que permiten reducir el número de participantes. Incluso se puede realizar de forma individual.
Como se puede imaginar, el rafting nació de la necesidad de las distintas poblaciones de movilizarse a través de ríos y otros cursos acuáticos. Ahora bien, ¿de qué manera pasó a ser una actividad deportiva?
El rafting como recreación y deporte surgió en la década de 1950. Tanto en Estados Unidos como en Europa, exploradores y pescadores se vieron ante la necesidad de hacer descensos en ríos para desarrollar sus actividades. De este modo, se les ocurrió comercializar y explotar una actividad que llegó a Europa en 1984, a Francia, según informa la International Canoe Federation.
Deporte de competición
Una de las particularidades del rafting es que se practica en aguas bravas. Esto quiere decir que los cursos de agua deben tener una cierta dificultad para poder llevar a cabo este deporte.
Existe una clasificación internacional de cursos de agua de acuerdo con su dificultad para navegar. Los más sencillos son los de aguas planas, que no tienen huecos ni olas. En el otro extremo se encuentran las aguas clase VI, las cuales son innavegables.
Para realizar rafting, se necesita un curso de agua clase III, IV o, para deportistas expertos, clase V. Según el reglamento de la Federación Internacional de Rafting, Las competencias de rafting se dividen en cuatro modalidades:
- Sprint: los equipos o competidores realizan un recorrido en un tiempo que debe ser de tres minutos como máximo.
- Head to head: en este caso, dos equipos compiten simultáneamente, uno en cada carril. Se hace por etapas hasta llegar a la final y, generalmente, se realiza tras el sprint.
- Slalom: el recorrido que cada conjunto realiza debe contar con 8 a 14 puertas ubicadas en lados opuestos de la pista, para así lograr una traza que vaya de izquierda a derecha sucesivamente.
- Downriver: es la más exigente de todas las pruebas, ya que dura entre 20 y 60 minutos. La realizan varias balsas a la vez. La clasificación final y los puntos se otorgan con base en el tiempo realizado por cada equipo.
Precauciones al realizar rafting
Desde luego, todo practicante de rafting debe saber nadar, ya que se trata de una habilidad básica al hablar de deportes acuáticos. Sin embargo, también es importante conocer las técnicas de rescate más elementales, en caso de que sea necesario aplicarlas para salvar a otras personas o incluso a uno mismo.
De igual modo, es preciso contar con una buena técnica para ejecutar la actividad en sí. De lo contrario, es sumamente difícil que la experiencia sea positiva, salvo que se cuente con la compañía de un tutor experto.
En este sentido, navegar acompañado es siempre la alternativa más recomendable. En caso de no ser así, es preciso al menos informar a otras personas el recorrido que se tomará y su duración aproximada.
Por último, con relación al equipamiento de seguridad, no podrán faltar el casco, el chaleco salvavidas –preferiblemente con bolsillos para llevar otras herramientas como brújula y un elemento cortante–, la ropa impermeable y las gafas, ya que el agua puede anular tu visión en gran medida.
No olvides tampoco llevar una bebida para hidratarte, ya que se trata de una actividad física muy exigente y necesitarás reponer el líquido perdido. Con todo esto, de seguro podrás aprovechar este ejercicio al máximo. ¡No te pierdas la adrenalina que el rafting puede ofrecerte!